jueves, 24 de julio de 2008

Sombreros y certeza.

El yo-pensante o res cogitans es una confusión.

Sin cerebro no se puede siquiera imaginar que se es un sujeto pensante. Preguntárselo al hombre que confundió a su mujer con un sombrero.

Descartemos pues a Descartes.

jueves, 10 de julio de 2008

¿Apostamos?

La ciencia hace proposiciones como que un ser humano corriente corriendo a 15 kilómetros por hora en dirección perpendicular (y sentido aproximativo) a una pared de hormigón armado de 1 metro de espesor por 10 metros de ancho y dos metros de alto, con dos pilares de cimentación de de dos metros de profundidad sobre suelo calizo, será incapaz de traspasar dicha pared.

Dado como es el caso del mundo en que vivimos, esta afirmación es válida para todo ser humano y toda pared con dichas características.

Estrictamente hablando hay que aceptar la posibilidad lógica de que en dichas condiciones el ser humano atraviese la pared. Todo lo que es puede no ser. Y esto podría suceder. Además, si esto ocurriera una sola vez, tendríamos que abandonar la creencia de que los seres humanos no pueden atravesar paredes de hormigón.

Se buscan posmodernos o relativistas culturales dispuestos a correr lo más rápido que puedan contra una pared de dichas características que recientemente he mandado construir en mi casa de montaña. Al que logre traspasar la pared se le recompensará instituyéndolo como "el hombre que demostró que la ciencia no tiene ningún tipo de verdad" con una entrada en la frikipedia (y se le regalará un volumen especial de las obras completas de Lacan en el que el pasaje donde logra "demostrar" que el pene masculino es igual a la raíz cuadrada de menos uno viene subrayado y en letras doradas).

Se admiten apuestas.