Para sacar beneficio, una empresa debe vender sus productos o servicios a un precio y en una cantidad determinados, que le permitan recuperar los costes totales y una plusvalía, como beneficio.
Ahora bien, para que haya dicho beneficio, es indispensable una condición psicológica en los diferentes agentes del mercado: la confianza.
Si un cliente no confía en que la empresa le dará el producto/servicio, a cambio de su dinero, el intercambio comercial no se producirá.
Si una empresa no confía en que el mercado consumirá sus productos o servicios, no invertirá para producir.
Además, si todos los agentes no confían en el valor del instrumento de cambio (dinero, oro, etc...), el instrumento pierde su valor.