jueves, 24 de julio de 2008

Sombreros y certeza.

El yo-pensante o res cogitans es una confusión.

Sin cerebro no se puede siquiera imaginar que se es un sujeto pensante. Preguntárselo al hombre que confundió a su mujer con un sombrero.

Descartemos pues a Descartes.

4 comentarios:

- SiL - dijo...

En mi opinión no hay más confusión que pensar que la mente (res cogitans) y el cerebro, como parte del propio cuerpo (res extensa), pueden funcionar por separado.

En fin, lo que le ocurría al susodicho sujeto es que tuvo una lesión cerebral que se manifestaba en su comportamiendo, véase, confundir a su mujer con un sombrero.
Dejando claro esto mi duda no es otra que: Cómo se relacionan la mente y el cerebro? El cerebro mas que el cuerpo.

Aunque para mí lo fascinante del caso es la naturalidad con la que la mujer reacciona xD.

No dejes de hacernos pensar ;)

Anónimo dijo...

Con referencia a tu post en el blog del tercer Wittgenstein, ¿crees que es posible que tu profesora se estuviera refiriendo al hecho de la experiencia religiosa como lo que no has incluído o pensado? Suele ser parte del debate entre antropólogos y sociólogos. Probablemente se refería a eso, porque no encuentro otra cosa en la que te pudiera llamar la atención. Con respecto a este post, no creo que el término sujeto sea identificable con el de cerebro. Creo que sería más apropiada una construcción un poco más compleja y, de paso, divertida, como la que ofrece en breves páginas Alenka Zupancic en su Ethics of the Real.Kant-Lacan Te lo recomiendo. Ah, por cierto, podríais volver a habilitar la opción anónimo/nombre en el blog del tercer W, es más cómodo opinar así.
Un saludo.

Anónimo dijo...

El cogito, nos garantiza que sólo existimos mientras pensamos. Yo misma, a veces me he descubierto sin pensar, sólo respirando. Alguien afirmaría que siempre se piensa, aunque sea en la nada, piensas. Si el cerebro y la mente no es lo mismo, es decir, uno es la materia y otro la psique, entonces donde ubico mi yo pensante?.
Eureka! Mi cerebro es la caverna de mi mente, su papel de regalo. si alguíen lo rompe con rapidez y sin cuidado puede llevarse con el papel parte de su interior...
Si ese hombre vio un sombrero y vio a su mujer, será porque ella se casó con un tipo sin cerebro para comprarse miles de sombreros cual Imelda Marcos. Es la única expliacaión racional que se me ocurre para semejante problemon!

- SiL - dijo...

Y que veré sin desenvuelvo con cuidado ese papel de regalo? Si entro en esa caverna? Acaso hay una cosa que es estar dentro y otra que sea estar fuera? Como Platón y su alegoría, dentro jugamos a las sombras, y fuera esta la luz? Espero que no!!
No me apetece apostar a romper la dicotomía (eso ya lo he dicho antes) pero decir simplemente que la mente y el cerebro son inseparables me deja el mal sabor de boca de la miel que te quitan de los labios. La cuestión se me antoja mas complicada que todo esto, y el caso clínico en cuestión, mucho mas interesante.
La explicación anterior me parecería perfectamente plausible si no fuera porque la buena mujer no se casó con un hombre sin cerebro, sino que el "descerebrado" de su marido, acabó confundiendo con un sombrero a la buena mujer.

Sólo una cosa mas que añadir: La virgen, que calor!!