martes, 3 de junio de 2008

Realismo

No confundir puerilmente lo que es verdad con aquello que nos gustaría que fuera verdad.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso de que la verdad os hará libres... a veces la verdad es peor que una verdad blasfema. Como escuhe, en algún momento que no logro recordar. La verdad no puede ser dolorosa porque no tiene remedio.
La verdad deja k.o a cualquier mentira no piadosa.

Mayka dijo...

A qué llamas realismo?

Al que propugna la clase política?
Al que propunga la Iglesia?
Al que propugna la Ciencia?
Al que propugna la Sociología?
Al que propugna la "literatura realista"?
Al que propugno yo? (no es necesario responder a esta :P)


Palabra clave: naturalización

BGF dijo...

Prefiero la palabra subjetivismo :P

- SiL - dijo...

Yo me quedo con interacción.

Cucaracha homicida dijo...

"La verdad es concreta", dijo Hegel, que fue citado por Lenin, que a su vez citó Brecht también.

Claro que él lo decía así con más ímpetu: ¡Die Wahrheit ist konkret!

Y así a ver quién le dice que no.


Yo elijo relatividad, aún a riesgo de ser tildado de hedonista.

El Perpetrador dijo...

Se reconoce a la verdad solamente cuando hace daño. Lo demás es pura fenomenología sin substancia, conocimiento sin sabiduría.

Adolfo dijo...

Llamo realismo a la capacidad que tiene el sujeto de atenerse a lo que la situación natural impone como verdadero, eludiendo la confusión de la verdad con el propio deseo.

Por ejemplo, yo podría desear que una dieta a base de alcachofas (únicamente) me adelgazase los quilos que me sobran para estar delgado y atractivo en verano en tan solo diez días, y además desear que eso no implicara ningún problema para mi salud. Podría además creer que esto es verdad porque lo he leído en una de las revistas masculinas que rondan por mi casa.

Además, podría decidirme a realizar la dieta durante esos diez días, comiendo sólo alcachofas hervidas todos los días y cuando llegase el décimo, comprobar que ni he adelgazado lo que quería, ni me encuentro en perfecto estado de salud. Además, pasados unos días comprobaría que el poco peso perdido lo de recuperado a la misma velocidad.

Si pese estas experiencias, yo siguiera pensando que es verdad que la dieta de la alcachofa funciona estaría siendo poco realista (más bien nada).

No se trata de que la realidad sea lo que dicen unos u otros. Ni tampoco de que exista una única verdad. Ni de que la verdad haga libre, duela o produzca sabiduría. Se trata de ser conscientes de que el mundo y lo que es verdad no tienen por qué ser como a nosotros nos gustaría que fuese.